Crecí con esta frase: “Esta niña come por los ojos”. Traducción para quien no me conozca: “Esta niña no come nada. Solo me come cuando le preparo platos con un aspecto sublime”. Mi madre no se equivocaba. No solo como por los ojos, vivo también por ellos. ¡Y es genial! Que sea bonito no hace que sea superficial, no disfraza o esconde la esencia; la intensifica y lo hace perfecto.
Llevo un mes viviendo en Mallorca, una isla que apenas conozco y a la que decidimos venir porque vivimos por los ojos: las berenjenas rayadas, el sol reflejado en el agua a las 08:30h de la mañana y las ovejas y cabras a ambos lados de la carretera.
Abandonamos Madrid entre obligación y deseo en un momento en el que ninguno se encontraba bien. Ni él, ni ella, ni yo. Personalmente, he encontrado en la belleza del día día mi forma de sobrevivir. Una casa con flores, velas para cuando cae la luz, los puestos de fruta y verdura del mercado que hay dos veces por semana y desayunos a la altura de un concept hotel hechos por mí, porque me conozco y yo sé que como por los ojos. Desde que estoy aquí me visto con más ganas, la isla me invita a ello. Y desde que me visto con más ganas, tengo más ganas de todo.
Venimos de pasarlo mal y todos necesitamos ver cosas bellas. Abrazar lo bello. Mirar la vida con gusto y vivirla con más. Realizar pequeños actos conscientes para que la vista se vuelva agradable. Bello es susceptible de serlo todo. No solo es bello, que lo es, una puesta de sol, una obra de Matisse o cuando sumerges la cabeza bajo el mar Mediterráneo. Igual de bello es abrir la cámara y ver mi pelo suelto al sol, la etiqueta de una salsa picante del Mercado de Mostenses, la puesta en escena de cualquier video del canal de YouTube de Colors, los deliciosos carneiros del Abastos 2.0, mi último Keynote para el RFP de un banco o las revistas de Madriz Revistas Internacionales .
Hacer las cosas bonitas. Algo que se utiliza muchas veces en el ambiente laboral con cierto tono despectivo y que, sin embargo, es una herramienta para atraer, entender, retener y no olvidar. “Sustainable change can be difficult - so make it visible and attractive” - Copenhague sabe que es la única forma de alcanzar el ambicioso objetivo de convertirse en 2025 en la primera capital nacional en lograr la neutralidad de carbono.
Ninguna sensación en este mundo como el primer instante frente a algo inmensamente bello. Quedarse obnubilado mirando; ese inmenso placer. Como cuando te presentan la inmensa torre de mantequilla del Saddle o cuando llegas por primera vez a la cima del faro de las Islas Cíes. Nada como vivirlo pero tampoco como capturarlo. Disfrutar de sacar una foto a la belleza es natural, se hizo siempre desde que se pudo hacer. Compartir lo que vemos, gritarlo a los cuatro vientos o revivirlo cuando Instagram te lo trae de vuelta un año después en forma de recuerdo no está mal. No dejes que te roben la ilusión de capturar algo bello.
Muchos conocidos y algunos nuevos amigos de Instagram me han escrito para agradecerme o comentar el contenido que curo y comparto en mis stories. Hasta ahora lo he hecho siempre de forma inconsciente buscando cosas bonitas que guardar para inspirarme o para trabajar pero, a raíz de esta iniciativa, lo haré también por aquí de forma más ordenada con la intención de inspirar. Nadie se espere que cite a grandes filósofos, escritores o cineastas. Soy más de la cultura pop, el faranduleo y de las fotos y memes de los 90´s.
Aquí van algunas de las cosas bellas que he o me han abrazado en este mes de junio junto con mi larga lista de deseos.
El mini acantilado de Cala Llombards desde el que me tiré y vi un millón de peces.
La tumbona Riviera de Dior que necesito para el jardín.
El plato de Cassais que me regaló Pablo cuando vino a visitarnos antes que nadie.
Las verduras y la fruta del Agromart.
El bikini asimétrico de Pull & Bear que crea destellos cuando me da el sol bajo el agua.
La cena al atardecer con amigos y el debut de Manuel como pizzero.
Los calcetines de Mes Amies que están en lo más alto de mi wishlist.
El recordatorio de Facebook de que cuando ganamos nuestro primer Gran Premio del Festival del Sol todo supo a pintxos de El Globo en Bilbao.
El lemon pie de Pleno.
La cuenta de Instagram de @galiciansingalicia que le da una patada de estilo al ya no moderno Madrid.
La presentación digital de Louis Vuitton Menswear Spring/Summer 2022 por Virgil Abloh explicada desde los ojos y las referencias de Manu.
Los besos de Viña.
Te invito a comer y vivir por los ojos de vez en cuando.