Hace casi dos años leí un artículo en S Moda que se titulaba así y no necesité saber mucho más para saber que yo era una de ellas. Abrir una lata, cortar un poco de pan, aliñar un tomate, una foto y a cenar. El artículo explicaba el boom de este producto casi siempre de origen gallego o portugués entre las chicas del momento en Estados Unidos. ¡Eso te alimenta! Siempre me dijo mi madre. Como gallegas siempre hemos pertenecido a este grupo de guapas que comen conservas. Si algo puedo tener en común con el también guapo de David Beckham es el amor por las conservas Peperete.
La belleza es relativa pero el hecho de sentirse guapa no lo es. Yo me siento guapa muchas veces en el día y de formas muy distintas, tengo la suerte de que a través de la comida también. En ese mismo artículo se hablaba sobre las “hot girls food”. Tampoco necesité leer mucho más para incluirme en ese club. Chicas hedonistas que, sin mucho esfuerzo, saben sacar la belleza de alimentos cotidianos, simples e indulgentes. Las mismas que con una camiseta vintage oversize llena de lejía se ven súper cool. Comer por los ojos, ya lo hemos hablado alguna vez. Sigo a un montón de hot girls food en Instagram, me alegran la vista y activan mi estómago cada vez que me saltan. Panes, mantequillas, bollos, anchoas…¡qué hambre! Hablo con muchas y me divierto un montón compartíendonos establecimientos por todo el mundo: lugares sin pretensiones en el que comer y beber algo rico y beber algo rico.
Como han hecho muchas de ellas, yo también he ido más allá. Esta entrega sale a las nueve de la noche y no a las nueve de la mañana porque hoy es mi primer día libre tras meses llenos de trabajo que han culminado en la apertura de nuestro primer bar. Mi abuela tuvo con mi abuelo una taberna en el que cocinaba los mejores callos de mi pueblo y mi madre pasó sus primeros años tras aquella barra. Yo acabo de llegar al mismo sitio por otros derroteros pero cuando me colgué el paño a la presilla de mi pantalón ayer me sentí muy cerca de ellas. Un bar con panes, mantequillas, bollos y anchoas. Un poco de lo de toda la vida, un poco de lo que está por venir. No os cuento más. Aquí os espero, guapas.
Os dejo varios enlaces:
Marta, mucha suerte en la nueva aventura. Ya tengo una excusa más para volver a Mallorca. Por cierto, con este post me has descubierto el mundo de las hot girls food que desconocía por completo. ¡Gracias!